Ante la contingencia del COVID-19, Casa del Lago UNAM ha tomado la decisión de virtualizarse, junto con su programación. El objetivo es no descobijar los cuerpos y las imaginaciones que hacen posible que la Casa permanezca viva y no abandonarnos en estos momentos en los que nuestras maneras de intercambio e interacción cambian vertiginosamente; pensar su extensión virtual como otro modo posible de su materialidad.